18/08/2014
Ceremonia en Leuvuco
Mariano Rosas, Panguitruz Nger regresa a su Madre Tierra
A las 9:30hs de la mañana del día lunes se llevó a cabo en Leuvucó la ceremonia en donde los restos del Cacique fueron finalmente entregados a la Ñuke Mapu, Madre Tierra, para que descanse en paz.
Los restos de Mariano Rosas volvieron a Leuvucó en el año 2001 cuando fueron trasladados desde el Museo de La Plata, lugar en donde se encontraba en exposición, de regreso a su seno para ser sepultado.
Hasta el momento, su cráneo se ubicaba dentro del Mausoleo que se encuentra en Leuvuco pero hoy le dieron entierro debajo del mismo en una ceremonia muy emotiva y movilizadora. Comunidades ranqueles de distintos ciudades y provincias llegaron hasta lugar para compartir este hecho histórico.
Se encontraban presentes: la comunidad Ranquel “Rosa Moreno Mariqueo” de Victorica junto a Carlos Campú Gobernador de las Naciones Ranqueles, Huitra (Bahía Blanca), Ranquel Rali-Co, Gregorio Yancamil (Victorica), Nahuel Auka (Parera), Baigorrita (Santa Rosa), Witruche (Ed. Castex), Kintre Carripilum (Gral. Pico), Ranqueles de Leuvuco, Valdomero, Nehuenche (Santa Isabel), Panguitruz Nger Rankulche (Gral Acha), Willy Antu (Toay), Rosa Frías (Santa Isabel), Liquen Kuyen (Las Heras, Mza.), Yanquetruz (Santa Rosa), Auka Che (Arbol Solo), Antonio Cabral (Santa Rosa). También asistieron a la ceremonia el Dip. Nac. Sr. Gustavo Fernández Mendía, Sr. Intendente Ing. Hugo Kenny, Concejales, Dira. de Cultura Sra Gloria Cazanave, Dir. de Turismo Sr. Enrique Capdeville, Dira. de Acción Social Sra. María Isabel Torres y público gral.
Una breve síntesis para ubicarnos en su historia
Leuvuco (agua que corre) es el nombre de la laguna que había en la región, lugar en donde se hallaban las principales tolderías ranqueles, poblado considerado su capital. Se encuentra ubicada sobre la ruta provincial N° 105, a unos 25 kilómetros al norte de nuestra localidad, del Departamento Loventué.
Panguituz Nger pertenecía a la dinastía de los zorros, hijo de Painé. Fue el último jefe de la confederación ranquelina. En la década del ’30 fue capturado y entregado a Juan Manuel de Rosas, quien le dio su apellido. Regresó a Leuvucó cuando logró fugarse a los 22 años.